Inteligencia Artificial ¿Aliada o enemiga de la humanidad?

La irrupción del ChatGPT despertó una serie de debates sobre los alcances de la Inteligencia Artificial (IA), sus potenciales riesgos y beneficios.

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Hace algunos meses, la llegada del Chat GPT comenzó  a instalar debates y preguntas en diversos ámbitos de nuestras vidas: educación, trabajo, salud, relaciones, entre otras.

De alguna manera, el concepto de inteligencia artificial (IA) se convirtió en una realidad más palpable. De pronto, esas imágenes de películas y series de ciencia ficción empezaron a verse más cercanas. Pero…  ¿estamos ante un avance más que facilitará nuestras tareas cotidianas o se aproximan tiempos oscuros al estilo Black Mirror?

Para intentar acercarnos a una respuesta, te contamos antes algunos conceptos claves.

¿Qué es la inteligencia artificial?

Se llama así a la tecnología que imita la inteligencia humana en la realización de tareas de cierta complejidad. Pero eso no es todo: posee la capacidad de aprender y de perfeccionarse con cada acción.

IA en la escuela: y ahora… ¿cómo enseñamos?

Otro ámbito en donde la irrupción del Chat GPT ha generado fuertes controversias es el educativo. En enero se conoció la noticia de que el sistema de escuelas públicas de Nueva York había prohibido su uso, pero hace poco días fue levantada.

Tal vez, las autoridades advirtieron que no era conveniente ni posible, oponerse a lo que ya está sucediendo. La mayoría de los expertos coinciden en la necesidad de que las escuelas incluyan estas tecnologías para brindar herramientas que le permitan a los estudiantes adaptarse al mundo que viene, a partir de un uso responsable y crítico.

Ahora bien: ¿cómo asegurar que las tareas asignadas a los alumnos no sean resueltas por un chatbot?

Para darnos una idea de lo que esto implica, desde La Posta hicimos una prueba solicitándole a ChatGPT lo siguiente:

Escribe un ensayo sobre el sistema solar como si fueras un niño de 12 años.

Este fue el resultado:

Hasta ahora, los docentes se preocupaban por la información copiada de Wikipedia y por no cumplir con el objetivo del aprendizaje. Pero ahora estamos ante un software que, en cuestión de segundos, busca en el universo de Internet y procesa la información por nosotros. Además, puede adaptar su lenguaje según se le indique, como vemos en el ejemplo. Esto reafirma un gran dilema: ¿Qué debe proponer la escuela en relación al vínculo de los estudiantes con la información? Si los datos se obtienen de manera tan fácil, ¿qué competencias y habilidades son necesarias desarrollar?

El desafío para los educadores es enorme y requiere que se revise la forma en la que se enseña. Deberán ser creativos en las actividades que propongan. Por ejemplo: ¿Cómo debería formular la pregunta a Chat GPT para que me traiga información sobre cambio climático en nuestro país? O proponer detectar errores en las respuestas que el chatbot brinda.

En definitiva, los educadores deberán estar actualizados tecnológicamente, dispuestos a revisar y modificar sus prácticas, y poner en juego la creatividad en su tarea de enseñar.

ChatGPT

El ChatGPT es el más famoso de los chatbots de inteligencia artificial. Fue desarrollado por OpenAI, una organización creada para la investigación, creación y promoción de tecnologías de Inteligencia Artificial. Su misión, según la propia compañía, es asegurarse de que la IA beneficie a toda la humanidad.

Entonces, una primera cuestión podemos inferir: OpenAI nació dando por sentado que la IA es un hecho y que es preciso regular su funcionamiento.

En pocos meses, Chat GPT ha revolucionado distintos ámbitos y generado interesantes debates no solo tecnológicos sino fundamentalmente académicos, filosóficos, sociales y legales. Incluso, algunos expertos ya señalan que, por los cambios que esta tecnología generará, su aparición será comparable a la de Internet o, yendo más atrás en el tiempo, al de la imprenta o la electricidad.

GPT ya alcanza cierto nivel de razonamiento, pudiendo seleccionar información para dar respuestas precisas y, además, aprender a partir de lo que se le consulta. Entonces, si estamos ante una tecnología de uso relativamente simple capaz de pensar… ¿Qué nos espera a los seres humanos? ¿y qué nos diferenciará de las máquinas cuando alcancen un nivel superior al actual?

IA en salud

La IA ya se está empleando para analizar y procesar datos que permitirán la cura de enfermedades y la prevención de gran parte de ellas, por ejemplo, a partir de antecedentes genéticos, estilo de vida, ocupación. La contracara, según Vivek Wadhwaha, es que hasta el rol de los médicos se verá afectado, dado el potencial de esta herramienta para hacer diagnósticos.

ChatGPT no es la única IA popular por estos días. Hace algunas semanas, una foto del Papa Francisco vistiendo una campera Balenciaga y la imagen de Donald Trump detenido por la policía se viralizaron por las redes. Ambas habían sido creadas por una IA con un nivel de realismo increíble. ¿Cómo confiar en lo que vemos?

Por último, en toda tecnología basada en la conectividad debemos ser celosos con nuestros datos.

Usamos plataformas que se nos presentan como “gratuitas”. ¿Realmente lo son o las estamos pagando con nuestra información privada?

Inteligencia Artificial: ¿menos empleo?

Desde hace unos años, algunas investigaciones vienen advirtiendo sobre el impacto de las nuevas tecnologías en el mundo laboral. Por ejemplo, el periodista Andrés Oppenheimer, en su libro ¡Sálvese quien pueda! El futuro del trabajo en la era de la automatización, de 2018, analizó de lleno esta cuestión a partir de un dato inquietante: un estudio de la Universidad de Oxford pronosticó que el 47% de los empleos en Estados Unidos correrán el riesgo de ser reemplazados por robots o computadoras con IA durante los próximos quince años.

Chat GPT encendió las alarmas en varios de ellos. Aún con errores -recordemos que se va perfeccionando- es capaz de escribir la descripción de un artículo para vender en Internet, un informe o el guion de una película. ¡Y probablemente también esta nota!

Según un estudio recientemente publicado por la propia OpenAI, las ocupaciones con menor riesgo de ser reemplazadas son las que dependen de una actividad física, por ejemplo: atletas y deportistas, operadores de maquinarias, albañiles, electricistas, pintores, carpinteros, etc. Aun así, algunas sí se ven amenazadas por otros avances,  como robots y máquinas especializadas.

Por otro lado, las tareas que corren mayores riesgos son las vinculadas a procesamiento de datos e información: empleados bancarios, corredores de seguros, industrias de publicación, servicios científicos y técnicos, entre otras.

El académico, empresario y futurólogo de Silicon Valley, Vivek Wadhwaha, es un poco más optimista: sostiene que, en lo inmediato, se generarán más puestos de trabajo dado que será necesario adaptar las máquinas que usamos a diario a la tecnología de IA. Pero, tarde o temprano -10 a 20 años, tal vez menos- los trabajos en general estarán en riesgo.

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